Emparejada

Capítulo 38 

“¿Por qué, Jane? ¿Por qué reducirías el memorial a Stephanie y quitarias sus fotos? Por favor, ¡dime por qué!“, suplica Margie mientras las lágrimas 

empiezan a caer por sus mejillas. 

“El doctor Miller nos dijo que James necesita evitar el estrés tanto como sea posible, y…“. 

“¿Y tú y Randall pensaron que borrar el recuerdo de mi hija, su pareja elegida port la Diosa y la mujer que ha amado toda su vida, aliviaría de alguna manera su 

estrés?“. 

“No, Margie. No queremos borrar la memoria de Stephanie. Por favor, escúchame. Sabes que todos queremos y echamos de menos a Stephanie, pero llevamos años lamentándonos por ella casi obsesivamente. En algún momento, todos tenemos que seguir adelante con nuestras vidas“. 

“¡Para ti es fácil hablar de seguir adelante con tu vida cuando nunca has tenido. que enfrentarte a la muerte de un hijo!“, grita Margie 

El comentario de Margie me golpea hasta la médula, pero sé que tengo que terminar esta conversación. Randall y yo hablamos de esto largo y tendido. 

“Margie, creia que te parecía bien que la manada empezara a seguir adelante. Fue idea tuya y de Robert hacer que James tomara una luna elegida…” 

“¡Porque sabíamos que nunca lo haría! Y entonces, podríamos elegir a alguien. que Stephanie hubiera aprobado, ¡y alguien que estuviera dispuesta a seguir honrando su memoria! Teníamos miedo de que si esperábamos más, James encontraría una pareja de segunda oportunidad que quisiera eliminar todo rastro. de Stephanie“. 

“Ay, Margie. No es por eso por lo que pensábamos que estabas haciendo esto…“. 

“¿A quién le importa lo que pensaban?“, espetó ella. “Estábamos tratando de ser las personas más grandes. Intentábamos hacer lo correcto para la manada. Eso no significa que quisiéramos olvidar a nuestra hija o hacer como si nunca hubieral nacido“. 

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Miro a Margie con compasión. Se me parte el corazón por ella. 

“Margie, no quiero restar importancia a tu sufrimiento. Sé lo duro que ha sido para ti. Tienes razón en que nunca he experimentado la pérdida de un hijo. Es que… yo también tengo que pensar en el bienestar de mi hijo. No sabemos lo saludable que es para James, y para todos nosotros, en realidad, seguir teniendo tantos recordatorios de ella por todas partes…“. 

“¿Y qué? ¿Crees que si quitamos sus fotos y reducimos los actos conmemorativos. desaparecerá el dolor de su muerte? Déjame decirte algo, Jane: jel dolor no 

desaparecerá para mí! ¡NUNCA DESAPARECERÁ! Aunque reduzcamos su celebración y retiremos sus fotos, no cambiará el hecho de que vivió y de que su vida fue importante“. 

“Exactamente, Margie. A eso me refiero. No necesitamos recordatorios ni grandes eventos. Nuestros recuerdos de ella siempre estarán en nuestros corazones. Que tengamos fotos por todas partes o grandes monumentos. conmemorativos no cambia el hecho de que vivió y tuvo una gran vida que impactó a mucha gente“. 

Margie se seca más lágrimas de la cara. “Al quitar las fotos y reducir los actos. conmemorativos, estás diciendo que Stephanie ya no es tan importante para esta manada como antes“.. 

“No, Margie“, le suplico. “Eso no es lo que estoy diciendo en absoluto“. 

Margie se secó las últimas lágrimas y luego me miró con una mirada feroz. 

“Quiero que los actos conmemorativos vuelvan a ser como antes y como siempre han sido. Y también quiero que se vuelvan a colgar todas las fotos“, anunció Margie, con un tono de voz que sugería que me lo estaba ordenando, no pidiendo. 

“Margie, me temo que no podemos hacer eso. Randall y yo ya hemos hablado y creemos que es hora…“. 

“ME LO DEBES, JANE. No lo olvides, porque yo no lo he olvidado. No me gusta jugar esa carta, pero lo haré si es necesario. Sabes tan bien como yo que James no estaría aquí si no fuera por mí. Sabes lo que sacrifiqué por él. Me lo debes y arreglarás esto“. 

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Me cubrí la cara con las manos mientras la familiar y abrumadora culpa echaba raíces en mis entrañas. Ella tiene razón. Ella lo sabe y yo también lo sé. 

Me siento e intento pensar en alguna otra alternativa. No encuentro nada. 

Respiro hondo y vuelvo a mirarla. “De acuerdo, Margie. Lo arreglaré. No reduciremos los actos conmemorativos y volveremos a poner todas las fotos“. 

“Gracias“, dijo fríamente mientras salía de la habitación. 1