Chapter 14
Chapter 14
Una bestia Chapter 14
A la mañana siguiente un descomunal grito despertó a Cristóbal haciendolo gritar también del susto, se compuso de inmediato pero de todas formas preguntó que demonios estaba pasando?!
Camill despertó adolorida de todo el cuerpo, la cabeza parecía que iba a explotarle, ella estaba completamente desnuda, pero su mayor sorpresa fue que ella estaba abrazada al cuerpo desnudo de su temible esposo, Cristóbal Altamirano
Qué demonios me hiciste? maldito pervertido! Camill comenzó a golpear a Cristóbal con una mano mientras que con la otra mano sostenía la sabana con la que cubría su desnudo cuerpo, como podía ella haber caído en las garras de tan despreciable sujeto! tan egocéntrico, tan frio y cruel
Basta! cálmate mujer! No te e hecho nada... bueno si, un poco.. el imponente Ceo aclaró su garganta, pero no es nada que una pareja de recién casados no haría! somos esposos lo olvidaste?
Cristóbal estaba perdiendo la paciencia, de qué lo estaba acusando ella? todo lo que hicieron fue consensuado _ Camill se sentó en la orilla de la cama y comenzó a llorar, el imperioso hombre con él que recién se casó había tomado su virginidad, así sin más ya no la tenía, se había ido para siempre, tanto guardarse para su amor verdadero para terminar dando su pureza a una bestia cómo lo era él
Qué me has hecho? Sollozaba Camill, me sedujiste, te aprovechaste de mi! __pues no parecía que estabas siendo aprovechada cuándo correspondias a todas mis caricias y gemias de placer!
Camill se sonrojó cómo un tomate maduro, ella había correspondido a las caricias de él? cómo había sido tan estúpida, no volveré a embriagarme jamás! se dijo a sí misma frotandose la sien
Cristóbal le respondía furioso, nunca antes ninguna mujer lo había acusado de aprovechasrsed e ella si no todo lo contrario, eran ellas las que pedían casi suplicantes que Cristóbal las metiera en su cama y
está mujer estaba llorando por haberse acostado con él, su propia esposa lloraba por haber dormido con él!
Hazme el favor!
El malhumorado Ceo se sentía tan ofendido, tan humillado en su orgullo de hombre, que quería destrozar algo en ese mismo instante, solo los ahogados quejidos de Camill, que más bien parecían los ruidos de una pequeña minina lo sacaron de sus furiosos pensamientos
Auu! auu! me duele mucho... auuu qué me has hecho aquí? no puedo mover mi cuerpo, eres una bestia! una cruel bestia! le gritaba Camill a un Cristóbal que permanecía con la mandíbula tensa
No soy una bestia mujer!__ lo eres! si no despierto me habrías comido viva! Camill estaba
intentando caminar hacia la ducha a lavarse el cuerpo que sentia lleno de fluidos, pero le estaba costando caminar hasta allá
Cristóbal observaba cómo tenía un rictus de dolor en su bello y pálido rostro, a ella realmente) e estaba doliendo bastante
La bella mujer entró a la ducha con mucho esfuerzo, los toquidos en la puerta la distrajeron, Cristóbal entró con un par de analgésicos para el dolor__toma éstos, te sentirás mucho mejor del dolor después de tomarlos _ qué son? acaso quieres envenenarme? preguntaba ella
con la mirada entrecerrada
Oh! vamos mujer! qué me creés un asesino en serie? __la mirada de Camill no cambiaba, ella n o confiaba en ese malhumorado y cruel hombre_ en verdad estás esperando mi respuesta n o es cierto? preguntó Cristóbal volteando los ojos
Aaaaash! eres tan exasperante Camill, si quieres tomalos, o si quieres tiralos me da igual! Te aviso qué tenemos una boda hoy! no es opcional es un compromiso, te necesito lista a las doce del mediodía, pediré que te suban la ropa qué te compré, si necesitas algo más házmelo saber y o iré a trabajar un par de horas a mi oficina!
No puedo moverme! acaso estás ciego o qué te sucede? Camill hacía un reproche a Cristobal_ _pide lo que necesites a la farmacia, en la boda te presentaré a mis abuelos, ya faltamos a la cena con ellos el dia de ayer, hoy no podemos faltar!
Eso lo debiste pensar antes de... de hacerme todo lo que me hiciste anoche! bestia! dijo Camill casi en un susurro qué para su mala suerte el frío Ceo escuchó claramente
Qué no soy una bestia! se dijo él, ya verás lo que te va a pasar si sigues provocandome mujercita, solo espera y ya verás murmuraba el Ceo con la mirada entrecerrada
Camill optó por tomarse los dos analgésicos, para aliviar el dolor que por fortuna disminuyó bastante, una mucama subió a llevarle un desayuno ligero, fruta, jugo y unas tostadas con mermelada, cómo Cristóbal no sabía que le gustaba pidió le llevaran solo eso
Apenas estaba terminando el desayuno cuando llegaron un grupo de estilistas para maquillarla y peinarla, Cristóbal pensaba qué su esposa solo podía tener lo mejor de lo mejor, el poderoso Ceo mandó traer una docena de vestidos hermosos para que ella eligiera el que más le gustara para la boda
Camill aunque nunca había carecido de nada en su vida, estaba impresionada por los bellisimos vestidos que Cristóbal había mandado traer solo para ella, solo las mejores marcas estaban ahí, a la hermosa mujer le pareció un lindo detalle de parte del frio Ceo
Wooow, exclamaba Camill llevandose las manos a los labios, son preciosos! los quiero todos! ella los admiraba despacio uno por uno, la recién casada eligió un vestido azul oscuro hermoso que acentuaba su bella figura, y resaltaba sus lindos ojos aceituna
A su celular llegó un mensaje, éste era de su esposo Cristóbal Altamirano que le confirmaba pasar en media hora por ella para asistir a la boda, Camill se extraño, cuándo ella dio su número de teléfono al demonio Ceo? salió de sus pensamientos quedando en qué le preguntaria en la primera oportunidad que tuviera
Cuándo Cristóbal llegó a su mansión y entró se encontró con una escena que parecía sacada de una película, su hermosa esposa bajaba las escaleras luciendo un bellisimo vestido azul oscuro que acentuaba perfecto la figura de Camill, el Ceo no supo cuántos segundos había dejado de repirar
Ya estoy lista! dijo Camill, en su costoso bolso llevaba solo un lapiz labial y un par de analgésicos, ella de veía realmente preciosa! All content © N/.ôvel/Dr/ama.Org.
Cristóbal no se dejó llevar por la impresionante belleza de su esposa aunque no podía dejar de verla de vez en vez, vamos! el Ceo le ofreció su brazo a Camill, pero su aura seguía siendo fría y su rostro inexpresivo
Camill iba callada en el trayecto a la iglesia, sus pensamientos se dirigieron de nuevo a Rodrigo Mendoza y el día de su desastroza boda, todavía le costaba trabajo creér que el hombre que había amado tanto, solo se había estado burlando de ella
Ella quien siempre había sido una chica correcta y estudiosa, ella que solo había tenido corazón para ese hijo de p**a, ahora había tomado decisiones sin pensar siquiera en las consecuencias para su futuro, ella no era esa Camill pero ya no se podía dar marcha atrás a lo que había decidido hacer
Cristóbal se preguntaba en qué tanto pensaba su ahora esposa, de verdad, de verdad esperaba que después de hacerle el amor toda la noche y robarle su primera vez, no estuviera pensando e n el imbécil de Rodrigo Mendoza, eso sería tan humillante en verdad
Ya te sientes mejor de? tu sabes.. el dolor de ahí? preguntó Cristóbal secamente, al modo de él
Camill con el rostro enrojecido dijo, ya estoy mejor gracias.. supongo, por preguntar
Tampoco soy tan inhumano, o por lo menos no siempre lo soy Cristóbal podemos pasar a una farmacia de camino, quisiera comprar unos analgésicos, pidió Camill al temible Ceo
no! no! yo.. quisiera bajar a comprarlos! dijo Camill u
Claro! si quieres yo puedo comprarlos_ n poco nerviosa
A Cristóbal le pareció un poco extraño pero no ahondó en el tema, solo paró el auto frente a una farmacia y la vio bajar muy apurada, qué extraña es ésta mujer! murmuraba el Ceo.